En brelacion a esto la ONU esta actuando:
En 1947 la ONU aprobó el Plan de Partición de Palestina, que proponía su división en dos Estados, uno árabe y otro judío, otorgando aproximadamente la mitad de la tierra a cada uno. A la comunidad judía, con alrededor de un 30% de la población, le adjudicaba el 55% del territorio (si bien el 45% correspondía al desierto del Néguev), y a la árabe, con el 67% de la población, el 45% restante. La división establecía dos Estados troceados en porciones apenas unidas: sin homogeneidad territorial y en el caso judío con el 50% de población árabe, dejó disconformes a ambas partes. Sin embargo, en opinión de Fraser (2004) «la opinión del sionismo desde 1937 acerca de la partición no había sido consistente, algunos viendo la partición como la única forma de conseguir la construcción de su Estado, otros considerándola una traición al sueño sionista». En cualquier caso, los judíos aceptaron el Plan y los árabes lo rechazaron de plano.en Palestina es un fenómeno creciente en el ámbito académico, tanto dentro como fuera de Israel. Sin embargo, no es tan habitual encontrar textos que propongan, como hace el presente volumen, un análisis del sionismo a la luz de uno de sus principales componentes ideológicos: la estatolatría, entendida como culto al Estado-nación moderno, una forma de religiosidad contemporánea que une a tirios y troyanos y que, para el autor, no es sino el medio de la clase dirigente para perpetuar el orden (o desorden) existente con sus privilegios asociados.
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